Ovar
Se cree que Ovar fue habitada desde la prehistoria dado que presentaba condiciones favorables para el establecimiento de comunidades por su línea de costa y las dos zonas de lagunas, ideales para la caza y la pesca, con suelos ligeros y fáciles de trabajar.
No obstante, solo existen evidencias históricas a partir del siglo XI, surgiendo Ovar, de la fusión de varias aldeas próximas entre las que estaban la propia Ovar y Cabanões.
Tierra de labradores, pescadores, comerciantes de sal y artesanos, Ovar fue creciendo y adquiriendo importancia, recibiendo un derecho foral concedido por D. Manuel I, el 10 de febrero de 1514. El gran impulso de crecimiento de la zona surgió a partir del siglo XVIII, debido a la introducción de nuevas técnicas de pesca (“Arte Xávega”) y de conservación de pescado.
En el siglo XX, con la industrialización, Ovar se transforma en un municipio totalmente diferente, donde más de mitad de la populación activa se emplea en el sector secundario.
Actualmente es un municipio industrial con actividades muy variadas que van desde la fabricación de productos textiles y vestuario, hasta la industria metalúrgica y de la tonelería, pasando por la producción de redes y cordelería, así como del material eléctrico al montaje de automóviles o a la fabricación de componentes.
El municipio de Ovar está también marcado por el brillo y la originalidad de sus azulejos, y por la dinámica de su comunidad, reflejada en fiestas populares, demostraciones etnográficas y manifestaciones religiosas únicas. La cultura se alza como factor de diferenciación y competitividad de este territorio, donde los espacios museológicos, los eventos y sus habitantes acogen al visitante de forma genuina.
QUÉ VISITAR
A pesar de su desarrollo industrial, Ovar presenta todavía espacios naturales de gran atractivo con kilómetros de playas rodeadas de pinares junto a la belleza de sus lagunas y rías.
Con una localización geoestratégica de excelencia, este territorio ofrece espacios sorprendentes y desafiantes como la “Ría de Aveiro”, la “Barrinha de Esmoriz” o el Parque Ambiental de “Buçaquinho”, cuya área forestal es extensa e integra una biodiversidad rica y particular, siendo un gran referente natural en la zona.
Ovar es también conocida por ser un museo abierto del azulejo, gracias a la gran concentración de azulejería que existe en cientos de fachadas del casco histórico datadas entre los siglos XIX y XX.
La Igreja Matriz de Ovar además de su fachada en azulejería en azul y blanco, resalta por sus siete retablos construidos entre los siglos XVII y XX, destacando dos de ellos por su origen manierista. Dependientes de esta iglesia, existen también una serie de capillas distribuidas por la ciudad, algunas de ellas con el azulejo como elemento protagonista de su fachada.
Además del Museo Júlio Dinis, casa tradicional ovarense en la que residió durante un tiempo este escritor y médico portugués, destaca el Museu de Ovar. Éste cuenta con un rico programa de exposiciones desde hace más seis décadas y una importante colección permanente de objetos de arte y etnografía local.
Ovar cuenta con 60 kilómetros de ciclo vías, 7’5 kilómetros de pasarelas y muchos recorridos peatonales que permiten explorar pequeños ecosistemas de fauna y flora autóctonas, junto a paisajes sorprendentes. Se puede practicar surf, vela, y piragüismo, a los que se suman paseos de stand up paddle para practicar, competir y experimentar. Además, existen embarcaciones de “Arte Xávega” para conocer y revivir la belleza de esta tradicional y artesanal manera de pescar.
De otro lado, las experiencias gastronómicas son también destacadas ofreciendo gran variedad de platos surgidos en el seno de las comunidades pescadores, a los que se añade el famoso dulce Pão-de-Ló de Ovar.
SEMANA SANTA
La Cuaresma en la ciudad de Ovar está marcada por varias manifestaciones de fe y expresiones culturales. Las procesiones cuaresmales fueron introducidas en los inicios del siglo XVII y se desarrollaron gracias al trabajo de la Hermandad de Nuestro Señor de los Pasos y de la Tercera Orden Franciscana. A día de hoy, continúan siendo un patrimonio vivo repleto de tradiciones, conservando procesiones originales y de gran belleza no sólo por su antigüedad, sino también por el modo en que el pueblo las vive y siente.
En 2022 fue creada la Comisión de Solemnidades Cuaresmales de Ovar, formada por la parroquia de San Cristóbal, por la Hermandad de Nuestro Señor de los Pasos, por la Tercera Orden Franciscana y por el Ayuntamiento de Ovar. La comisión tiene como misión organizar y promover el programa cultural y religioso de la Semana Santa del municipio.
Fieles a las tradiciones seculares, sigue realizándose durante la Cuaresma la Procesión de los Terceros, que procesiona desde la Iglesia Parroquial con sus catorce hermosas andas procesionales llevadas por monjes franciscanos. También se conserva la Procesión del Traslado de Nuestra Señora de los Dolores, desde la Capilla del Calvario a la Capilla de San Antonio, y la Procesión del Señor de los Pasos, que sale de la Iglesia parroquial y que, a medio camino junto a la Capilla del Paso del Encuentro, se cruza con la Anda de Nuestra Señora de los Dolores, Igualmente, destacan la procesión del Ecce Homo, en el Jueves Santo; la Procesión del Vía-Crucis, en la mañana de Viernes Santo; y la Procesión del Santo Entierro, al final del mismo día.
Las ceremonias religiosas se van realizando en estos días con gran afluencia de personas, llegando a su plenitud con la celebración de la Pascua. Celebrando la Resurrección de Cristo, las campanas tocan y la Cruz del resucitado es procesionada por las calles de Ovar.